domingo, 19 de octubre de 2014

2014/17: Los Mercenarios 3



No creo que nadie se haya llevado a engaño con Los Mercenarios 3. El título lo dice todo. Más de lo mismo, pero esta vez, PG-13. Como con Robocop, estuve toda la película como un loco buscando algo salpicón de sangre, pero nada. Todo muy light, muy sosón, la verdad. Los efectos especiales parecen empeorar con cada nueva peli. Suelen usar la excusa de que imita la serie B y todo eso. Aun así, pocas cosas justifican las aberraciones que hay en esta película, echas en una tarde con After Effects.


Pero bueno, al menos es divertidilla. La historia mete a nuevos personaes por doquier, muchos de ellos jóvenes, aunque algunos se han quejado porque eso es lo contrario que esta saga predicaba en un principio: viejas glorias luchando como buenamente pueden. Para mi funciona, y se me quedó una tarde bastante entretenida, la verdad. O sea, es muy mala, y el clímax llega a empachar. Es como una partida al Battlefield pero con peores gráficos. Pero a veces viene bien ver una peli así para pasar el rato y desconectar y… vamos, lo que se dice siempre de estas películas para justificar lo horribles que son. 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

2015/16: Guardianes de la galaxia



He de reconocer que para mí, lo mejor de Guardianes de la Galaxia fue todo lo que vino antes de su estreno: el misterio que acompañó su producción, su increíble primer tráiler, el hecho de no poder quitarme Hooked on a Feeling de Blue Swede de la cabeza durante meses, el descubrir un mundo y personajes muy interesantes, el apostar por esa película cuando casi nadie daba un duro por ella, y aun no era reconocido por el público mainstream… En definitiva, hype a cucharadas galácticas para la película-evento del año.
Y al final, la película en sí fue lo de menos. Sí, la disfruté un montón, pero una vez vista, me llegó esa sensación de vacío que suelen dejar películas de tales proporciones. No es que me decepcionara, pero tampoco me cambió la vida. Y me da cierta rabia y envidia ver que a mucha gente sí. Pero en el fondo me alegro.

Guardianes de la Galaxia ha sido uno de los trending topics del verano por derecho propio. Puedo imaginar a la gente que se metió a esta película sabiendo y/o esperando lo mínimo y la sorpresa que se debieron llevar al ver que es estupenda. La expresión “es el Star Wars de esta generación” se usa muy a la ligera (sobre todo habiendo un Star Wars en año y poco), pero viendo las reacciones de tanta gente entusiasmada con esta película, quizás no sea ninguna tontería.

¿Exagerado? Quizás mis expectativas eran demasiado altas, pero dentro de su grandeza, me resultó flojilla en algunos aspectos como el villano, un guión con demasiadas licencias, un humor un tanto infantil y personajes no muy bien llevados (sobre todo Gamora). Nada grave, pues ante todo es una película de aventurillas muy ligera y sorprendentemente muy centrada en ser una película, con mínimas, si no cero, conexiones con otras películas del universo Marvel o secuelas. Y eso es algo genial.
Por supuesto, los aciertos son muy superiores. A excepción de Gamora, todos los personajes son muy interesantes y con una genial dinámica de grupo (aunque siempre un pasito por detrás de los Vengadores). La banda sonora se ha convertido en otro fenómeno del verano, y Hooked on a feeling la canción del verano (cuarenta años después). Y Groot, Rocket e, inesperadamente, Drax, son súper monos.


Pero al final, siento que tampoco fue para tanto. Que es un entretenimiento muy agradable, pero no mucho más. Pero miro a mí alrededor y veo un amor por esta película espectacular, y surgido en muy poco tiempo. Que a tanta gente le haya resultado tan buena, cuando a mí me ha dejado pelín indiferente, me da rabia, lo admito. Pero en el fondo, estoy satisfecho, porque la película que antes muy poca gente conocía y defendía, ahora disfruta de un éxito quizás desorbitado, pero muy merecido. Y Groot bailando es, sin duda, el viral del año. Yo quiero uno L

2014/15: Transformers: Age of extinction



Por dónde empezar…
Quizás por el hecho de la mera existencia de esta película. Transformers CUATRO. Ya hay cuatro de estas películas, y a cada cual más estruendosa. Seamos sinceros: si no eres un fan de la destrucción masiva,  del humor burdo y estúpido y de las chicas guapas y florero, no sé por qué te molestas en leer esto. A no ser que seas un hater.

Pero lo cierto es que el cambio de aires le ha sentado bien a la saga. No soy el mayor despotricador de Shia LaBeouf, de hecho me gustaba su papel en la saga, pero Whalberg consigue una presencia mucho más potente. El resto de personajes dan un poco igual: la chica Nicola Peltz está muy buena y eso es lo que cuenta, el novio Jack Reynor no molesta mucho, Kelsey Grammer y Titus Welliver molan bastante como villanos, y siempre querremos a Stanley Tucci, haga lo que haga.
Villanos, sí. Porque si no era suficiente con meter a dos malos robots, también hay villanos humanos, y una complicada conspiración entre humanos y humanos, humanos y robots, humanos y otros robots, humanos y otros robots muy cutres, humanos y chinos, robots y robots y robots y dinosaurios. Todo lo que haga falta para llenar los siete minutos extra que cada nueva secuela de Transformers mete para poder presumir de la coletilla “bigger, better, stronger” en las promos.

Y aunque guión, personajes, acción, todo ha alcanzado una notable madurez respecto a las primeras entrega, esta acumulación es lo que puede matar a la saga. Uno pierde el hilo de todas las vueltas que da el guión, las escenas de acción se hacen cansinas no por falta de espectacularidad, sino por reiterativas. A la explosión número 113 uno ya se empieza a aburrir. Por lo menos con hambre no deja.

De todas formas, voy a acabar defendiendo a Bay. A la peli le han linchado a gusto, y honestamente, no lo entiendo. Coge la fórmula de la saga, de dudosa calidad, sí, pero atractiva para una gran parte del público, y la refina con tramas más coherentes, personajes más interesantes y acción mejor rodada, hasta el punto de saturar al fan más acérrimo. O sea, que al final la experiencia es agotadora, pero en gran parte porque Bay lo ha hecho tan “bien” que no ha sabido donde parar. El que escribe es uno de esos fans que analizan con lupa cada nuevo detalle que sale sobre la saga, así que quizás mi opinión no sea extrapolable a la mayoría de público…

En definitiva: esta nueva entrega me ha molado. Es un soplo de aire fresco en cuanto a personajes y trama que funciona la mayor parte del tiempo, excepto por las incoherencias argumentales ENORMES típicas de estas pelis, pero que las perdonamos porque suelen desembocar en explosiones enormes. O en este caso, DINOBOTS. No tiene ABSOLUTAMENTE NINGÚN SENTIDO su aparición, pero bueno, molan un montón. Salen poquito y solo al final, pero hacen trastadas suficientes como saturar aún más el ya sobrecargado clímax final, y dejar suculentas puertas abiertas para las secuelas. Si es que, en el fondo me encuentro en un aprieto, porque como buen cineástico gafapasta, me veo obligado a criticar el gigantesco despropósito que es este pajote de tres horas de Michael Bay, pero por el otro, celebro cada coche que sale por los aires, igual que lo hacía hace siete años un chavalín flipado con las explosiones que aun no había visto The Dark Knight.


Mención aparte merece la propaganda China en esta película. Sí, como lo oís. Con una presencia mínima del ejército en esta entrega (gracias a Dios, ya no hace falta ganarse al público yankee), Bay va a por el Chino, con planos súper random en medio de la batalla final de tropas Chinas movilizándose y cazas dándose vueltas por el fondo, que no hacen nada, pero eh, qué majos los Chinos ayudando a los buenos. Como en Iron Man 3, vamos. Que ni mejora ni empeora a la película, pero no deja de ser curioso. 

viernes, 29 de agosto de 2014

2014/14: Ocho Apellidos Vascos


¿Qué puedo decir de la película española más taquillera de todos los tiempos? Escribir esto me pone en un aprieto, porque es una película que disfruté, lo admito, pero que tiene muchas limitaciones. Y su éxito desmedido, en mi opinión, la pierde.

Vamos a ver. En primer lugar, es cero original. Parece el remake español de Bienvenidos al Norte, lo cual no es necesariamente malo, claro. El problema es que el rollo “chico se hace pasar por otra persona para provocar una buena impresión” está gastado desde hace mucho tiempo. Que si es para un capítulo de media hora de una sitcom bueno, pero una hora y media de eso se hace muy cuesta arriba. Porque esa es otra. La primera mitad tiene un buen pase, pero hacia la segunda mitad se vuelve de un cansino insufrible, un  tedioso “que sí que no” que además no es divertido, porque es el momento en el que toda comedia con aspiraciones comerciales aparca las bromas para meter drama con calzador, para luego poder tener un final súper emotivo y súper bonito y súper artificial.  Lo cual es aún más extraño, ya que se supone que esto es humor absurdo, más propio de un sketch de alguna serie de televisión española de comedia la cual nombraría pero no puedo porque no las conozco porque salvo excepciones todas me dan un sida tremendo.


Aunque reírse, uno se ríe. Y bueno, eso es lo que importa, ¿no? Aunque la mayoría de las veces sea por lo absurdo y lo imposible de la situación, más que por el propio ingenio de estas. Pero eh, que es solo una comedia, para pasar un rato más o menos entretenido y reírse un poco de los tópicos más tópicos. ¿Qué tiene de malo? Nada en concreto. Igual que pasa con los planos personajes de esta película, son prejuicios hacia una película de muy cortas aspiraciones que ha hecho una cantidad de taquilla descomunal. Comprensible porque sus atractivos protagonistas y sus chistes fáciles son un gran gancho para el público, pero difícilmente merecido para una película de una factura muy pobre, con un guión que parece que se escribe sobre la marcha y con desgana, y que juega sobre un terreno muy delicado sin demasiada maña. Al menos se ríe de sí misma y se deja ver. Pero si esto es lo máximo a lo que aspiramos, menuda decepción.

lunes, 25 de agosto de 2014

2014/13: Las Dos Caras de Enero


Las dos caras de enero es un modesto thriller que ha pasado muy desapercibida por la taquilla y ciertamente, no me sorprende. Tampoco es una película imprescindible, pero sí merecía un poco más de atención. La narración es muy directa y eficaz, y la pareja protagonista, Viggo Mortensen y Oscar Isaac, llevan a cabo un duelo interpretativo muy interesante.  No va a cambiar la vida a nadie, pero son 96 minutos muy entretenidos, y técnicamente, tanto la fotografía como la banda sonora de Alberto Iglesias, es preciosa.

lunes, 21 de julio de 2014

2014/12: El Amanecer del Planeta de los Simios



No sería justo comparar El Origen con El Amanecer porque conceptualmente son dos películas muy distintas. Sin embargo, permitirme hacer una distinción más allá del argumento de cada película. Donde El Origen era una película original, atrevida, relativamente pequeña pero muy emocionante, su secuela gana en espectacularidad (obviamente) y emoción, todo para tirarlo por la borda en su segunda mitad.

La primera hora de la película avecina un conflicto entre humanos y simios que realmente nadie quiere, pero es inevitable, con dos bandos inclasificables en ningún extremo. Le tocaría al espectador decidir a cuál apoyar, si es que puede decidirse. Esto provocaría una tensión constante y situaciones que pondrían a los personajes al límite moral y físicamente. Una escalada de tensión que se diluye a la mitad de la peli, con el establecimiento claro de dos villanos simios y humanos. Un giro que en su mayor parte está bien dirigido y se siente natural, pero que da al traste toda posibilidad de ese conflicto gris que tan interesante que podría haber sido. Al final, todo se reduce a un artificio de dimensiones colosales, pero un artificio al fin y al cabo, de los de apagar el cerebro y ver explosiones. Es algo que molesta especialmente en una película tan globalmente aclamada como esta, y con tanto potencia. Así que al final, nos quedamos con un blockbuster genérico, con malos y buenos distinguibles para un niño de seis años.

Una gran oportunidad perdida que, eso sí, es un espectáculo de órdago. Los simios alcanzan un nuevo tope de magnificencia con un realismo que asusta. Todo parece que Andy Serkis seguirá ninguneado por la Academia, pero no creo que le importe: tiene todo el apoyo de crítica y público y un talento interpretativo que lo colocan como una de las revelaciones del nuevo Hollywood. Un lastre, eso sí, es verlo doblado, evitarlo si podéis.

Los simios son sin duda el punto más fuerte de la película, el día que consigan ser los protagonistas absolutos vamos a estar ante una función colosal. Mientras tanto, comparten plano con unos humanos que, sorprendentemente, están a la altura de las circunstancias. Bueno, todos menos Dreyfus, Dios Santo, qué desastre su personaje. No sé que me duele más, si ver a un personaje con tanto potencial desaprovechado así, o que ese personaje sea el gran Gary Oldman.

En resumen, una decepción considerable este Amanecer, más por lo que no hace que por lo que hace mal, porque mal, lo que se dice mal, no hay demasiado. Nada que no pueda mejorarse en la próxima entrega, que esperaré como agua de mayo, eso sí. Porque, a pesar de todo, casi cincuenta años después El Planeta de los Simios es una de las franquicias más interesantes y con más futuro actualmente.







Por otra parte, vemos a un chimpancé sádico montado en caballo con dos metralletas en cada mano saltando por encima de un tanque en llamas. Sí, olvidad lo que he dicho, compráis el bol de palomitas más grande que haya y disfrutad. Solo no penséis mucho a la salida, ¿vale?